La mayoría de las veces nos damos por vencidos, negándonos a convertirnos en quienes estamos destinados a ser ya sea porque pensamos que hemos perdido la oportunidad de serlo, o porque no creemos que podemos aspirar a más. Nos condenamos a vivir el resto de nuestras vidas siendo la persona que no somos, creyendo que nunca nos convertiremos en la persona que estamos destinados a ser por cualquier motivo que fuese, pero la verdad es que nunca es tarde para convertirnos en quienes estamos destinados a ser.
Algunas personas saben desde el comienzo de sus vidas que es lo que quieren hacer y que tipo de persona quieren llegar a ser, y hacen todo lo posible con el fin de conseguirlo. Algunos tienen éxito, algunos todavía siguen intentándolo. Algunas personas no sabían su propósito en esta vida, no sabían que hacer ni sabían que persona querían ser, y de un día para el otro, se dieron cuenta cual era su destino y propósito en esta vida, y así es que hicieron todo lo posible para hacerlo realidad. Algunos tuvieron éxito, algunos siguen intentándolo.
Luego están aquellas personas que aun no saben que es lo que quieren hacer, cual es su meta o su propósito en esta vida, pero no se dan por vencidos, no se conforman. Por otro lado, tenemos aquellas personas que pueden saber o no cual es su propósito, pero así y todo se dieron por vencidos, aceptaron la vida como se les fue presentada, viviendo así, una vida lejos de ser la que anhelaban, no siendo su verdadero ser. Estas personas se rehusaron a seguir intentándolo, condenándose a una vida de fracaso.
“El primer paso hacia el éxito se toma cuando te niegas a ser un cautivo del medio ambiente en el que te encuentras.” – Mark Caine
En mi caso siempre pensé que yo era un completo fracaso, unos años atrás me di cuenta que no lo era. Resulta que cuando era una adolescente mi vida era más bien un desastre. Nunca fui la clase de chica con muchos amigos en la escuela, de hecho, solía ser la chica de la cual la mayoría se burlaba. No fui la popular, la bonita, la inteligente, fui siempre la tímida, sentada en el banco de atrás del aula, llorando siempre en silencio. No tenia amigos, mis notas en la escuela eran pésimas, mi relación con mi familia era complicada, y la relación conmigo misma era un absoluto fracaso. Me convertí en mi peor enemigo, siempre me culpaba por no poder ser la persona que todos esperaban que sea, siempre lo intentaba, y siempre fracasaba.
No sabia en lo absoluto que quería hacer o en que clase de persona me quería convertir, solo quería pertenecer, ser aceptada, e incluso aunque hubiese tenido una mínima idea de lo que era capaz de hacer y en quien era capaz de convertirme siempre destruía rápidamente la idea, pensando que no era lo suficientemente buena como para lograrlo, mi creencia era que yo era un fracaso, pero la realidad es que no lo era. Yo estaba siendo la persona que necesitaba ser, ya que aquella adolescente formo la persona que soy ahora. Hoy, luego de 28 años puedo decir que ahora se lo que quiero y se que persona quiero ser. Puede que no este cerca de mi meta, pero una lección que aprendí en mi vida es: “Nunca te des por vencido, nunca sabrás de lo puedes estar perdiendo si lo haces, y si le das una oportunidad a la vida, te sorprenderá.”
“Se necesita coraje para crecer y convertirse en quien realmente eres.” – E.E. Cumings
No soy la única que ha esperado muchos años para darse cuenta cual era su propósito, y no soy la única que esta luchando por hacerlo realidad. Durante toda la vida han existido muchísimas personas que nunca han encontrado al éxito hasta que fueron “viejos”. La realidad es que no hay tiempo correcto para convertirte en la persona que estas destinado a ser. Lo mas importante es creer en ti mismo, tienes que saber que eres capaz de conseguir todo aquello que te propones, en segundo lugar, debes descubrir to propósito en la vida, y tercero, deberás hacer todo lo que puedas con el fin de conseguirlo. Que el tiempo no sea una preocupación para ti, no permitas que te detenga.
Si todavía sigues pensando que no eres capaz de ser la persona que estas destinado a ser por el motivo que fuese, te mostré a continuación algunos ejemplos de personas que estaban haciendo algo completamente diferente cuando se convirtieron en la persona que estaban destinados a ser.
A los 23 años, Oprah fue despedida de su `primer trabajo como reportera.
A los 24 años, Stephen King trabajaba como portero y vivía en un remolque.
A los 27 años, Vincent Van Gogh fracasó como misionero y decidió ir a la escuela de arte.
A los 28 años, J.K. Rowling era una madre soltera con tendencias suicidas que vivía de los planes sociales.
A los 30 años, Harrison Ford era carpintero.
A los 30 años, Martha Stewart era corredora de bolsa.
Vera Wang fracasó en su intento de entrar en el equipo Olímpico de patinaje artístico y en su intento de ser la Editora Jefe de Vogue, y tras esto diseñó su primer vestido a los 40 años.
Samuel L. Jackson no consiguió su primer papel en el cine hasta los 46.
Morgan Freeman tuvo su primer papel en el cine a los 52 años.
“Nunca eres demasiado viejo para establecer otra meta, o para soñar un nuevo sueño.” – C.S. Lewis
Algunas personas heredan el éxito, otras tienen que trabajar duro para conseguirlo, pero lo que realmente determina el éxito de uno es la habilidad para descubrir la razón de nuestra existencia, y vivir nuestras vidas de acuerdo a ella. Ser la mejor versión de nosotros mismos, hacer lo que amamos y simplemente elegir ser feliz es la clave para una vida exitosa. No te conformes en vivir una vida menor a la que de verdad te mereces, no importa donde estés, con quien estés, o que estés haciendo, siempre puedes convertirte en la persona que realmente deseas convertirte, no permitas que nadie te diga lo contrario, no renuncies ante el fracaso ni te rindas ante la adversidad, ve siempre hacia adelante con coraje y confianza en ti mismo.
Si todavía no has descubierto que tipo de persona quieres ser y que quieres hacer, no te preocupes, si no te das por vencido, tarde o temprano lo descubrirás. Si ya lo sabes pero sientes que estas lejos de conseguirlo, no te preocupes, el tiempo es una ilusión, no te des por vencido, y tarde o temprano el éxito golpeara tu puerta.